COMO CURAR A UN GATO DE HERIDAS
Al tratar heridas, las dos consideraciones más importantes son:
(a)detener el sangrado
(b) prevenir infección. Debes
estar preparado para detener al gato antes de tratar la herida.
Control de Sangrado
El sangrado puede ser arterial (cuando sale sangre roja brillante), o venosa
(sale sangre rojo
oscuro), o algunas veces ambas. No perturbes una herida que ha
dejado de sangrar. Esto hará que vuelva a sangrar. No viertas peróxido
en una herida fresca, pues entonces será difícil controlar el
sangrado.
Los dos métodos usados para controlar el sangrado son el vendaje de presión y el torniquete.
El Vendaje de Presión
Toma
varios pedazos de gasa limpia y estéril, colócalos sobre la herida y
luego pon el vendaje. Observa si hay
inflamación abajo de donde se colocó el vendaje. Esto indica que no
hay circulación. El vendaje debe ser soltado un poco o removido.
Si no hay material disponible para vendar, coloca un pedazo de tela en la herida y presiona firmemente. Mantén el
apósito en su lugar mientras busca ayuda.
Un
método para controlar temporalmente el sangrado arterial es aplicar
presión sobre la arteria en la axila o entre las
patas. Por lo general esto detendrá el sangrado lo suficiente como
para permitir que otra persona aplique el vendaje de presión.
El Torniquete
Puede
necesitarse un torniquete para controlar una arteria que sangra. Puede
ser aplicado a la pierna o en la cola
arriba de la herida (entre la herida y el corazón). Toma un pedazo
de tela o gasa y envuélvela alrededor de la extremidad, después
apriétala manualmente o con un palito insertado entre la gasa y
da vueltas hasta que el sangrado esté bajo control. Si ves el
extremo de la arteria podría intentar tomarla con pincitas y amarrarla
con un pedazo de hilo de algodón. Pero ésto cuando sea posible
es mejor dejarlo a un veterinario.
Un torniquete debe ser soltado cada 30 minutos, por dos o tres minutos, para permitir que la sangre fluya a la
extremidad.
Tratamiento de la Herida
Todas
las heridas están contaminadas con tierra y bacterias. El cuidado
apropiado puede prevenir infecciones. Antes de
tratar una herida, asegúrate que tus manos e instrumentos estén
limpios. Empezando en los bordes de una herida fresca, corta el pelo de
alrededor. Limpia los bordes con una gasa húmeda. Irriga la
herida con agua limpia. Aplica una crema antibiótica. Aplica el
vendaje.
Las heridas más antiguas que estén cubiertas por pus y cicatrización se limpian con una solución de 3% peróxido de
hidrogeno o jabón quirúrgico. Seca la herida. Aplica crema antibiótica. Aplica vendaje o déjese así.
Los vendajes sobre heridas infectadas deben ser cambiados frecuentemente para ayudar en el drenado de pus y para aplicar
más antibiótico.
Las heridas frescas de más de 2,5 centímetros de longitud deben ser suturadas para prevenir la infección, minimizar la
cicatrización y acelerar el sanado.
Las heridas de más de 12 horas son muy propensas a infectarse. Es cuestionable la sutura. Las mordidas son heridas altamente contaminadas. Frecuentemente son heridas
punzantes. Es muy probable que se
infecten. No deben ser suturadas. Se deben usar antibióticos. La
mayoría de las heridas en una pelea de gatos son debidas a mordidas.
Vendajes
Los
vendajes son más difíciles de aplicar en gatos que en perros; y una vez
que están aplicados, muy difíciles de
mantener en su lugar. Los gatos que no toleren los vendajes y que se
los quiten constantemente pueden ser ayudados mediante la
tranquilización. Las heridas en la cabeza y aquellas que escurran
pus es mejor dejarlas abiertas para facilitar el drenado y facilitar
el tratamiento.
Cuando un gato se rasguña y macera una herida, o continuamente se rasca alguna condición cutánea lo más factible es
vendar sus patas traseras o cortar las uñas.
El vendar una herida es mucho más fácil cuando el gato esta sostenido firmemente.
Vendaje de pata y pierna:
Para
vendar una pata, coloca varias gasas estériles sobre la herida. Pon
bolitas de algodón entre los dedos y mantenlo
en su lugar con cinta adhesiva alrededor de la parte de abajo de la
pata y por la parte de arriba de la pata hasta que ésta este firmemente
envuelta.
Para
las heridas de las piernas empieza por envolver la pata como se
describe. Entonces cubre la herida con varias gasas
estériles y mantenlas en su lugar con cinta adhesiva. Envuelve la
cinta alrededor de la pierna, pero cuidando que no se pegue al pelaje.
Esto mantiene el vendaje en su lugar. Flexiona la rodilla
y la pata varias veces para asegurarte que el vendaje no está
apretado y que haya buena circulación y movimiento de las
articulaciones.
Cuando se deba de dejar un vendaje por algún tiempo, revísalo frecuentemente para asegurarte que la pata no se esté
inflamando. Los gatos frecuentemente trataran de morder o quitarse vendajes que sean incómodos.
Vendaje de muchas colas:
Este
vendaje es usado para proteger la piel del abdomen, los lados o la
espalda de ser rasguñada o mordida y para
mantener las curaciones en su lugar. Se hace tomando un pedazo
rectangular de tela y cortando los lados para hacer colas. Amarra las
colas juntas sobre la espalda para mantener el vendaje en su
lugar.
Vendaje de ojo:
Algunas
veces el veterinario puede prescribir un vendaje de ojo en el
tratamiento para alguna enfermedad cutánea. Coloca
un cuadrito de gasa estéril sobre el ojo afectado y mantenlo en su
lugar aplicando cinta adhesiva alrededor de la cabeza. Ten cuidado de no
apretar demasiado el vendaje. Aplícalo de manera que
las orejas estén libres.
Vendaje de oreja:
Estos vendajes son difíciles de aplicar. La mayoría de estas heridas pueden dejarse abiertas. Para evitar que el gato se
rasque las orejas se puede utilizar un Collar Elizabethano.
Collar Elizabethano:
El
collar Elizabethano se llama así por los cuellos altos que eran
populares durante el reinado de Elizabeth, y es un
artefacto muy útil para prevenir que el gato se rasque las orejas o
que se muerda una herida. Pueden comprarse con los veterinarios o en
tiendas de mascotas, pero también se pueden hacer con
cartón prensado flexible. Corta un círculo de 12 pulgadas en
diámetro. En el centro, corta un agujero de 4 a 5 pulgadas de diámetro.
Corte una línea (como si cortaras un pedacito de pastel) de un
cuarto de la circunferencia del círculo. Coloca el collar alrededor
del cuello del gato y asegura los lados con cinta adhesiva. Asegúrate
que el collar no esté tan apretado alrededor del cuello.
Algunos gatos no comen o toman agua cuando tienen puesto el collar.
En esos casos, remueve el collar mientras el gato come o bebe.
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