Los perros de la misma raza tienen rasgos comunes de carácter, pero cada individuo es único y tiene su propia personalidad. Por tanto, el adiestramiento o la educación de cada individuo, de cada perro, tendrá que ser diferente, según su personalidad, su procedencia, sus características, su sexo,...
Pero aunque cada perro y cada caso sean diferentes, la experiencia del adiestramiento ha demostrado que nos podemos encontrar principalmente con cuatro tipos de comportamiento en todos los perros. Aquí os presentamos las generalidades sobre cada uno de esos cuatro comportamientos:
Comportamiento dominante:
Ciertos perros tienen por naturales una gran seguridad en ellos mismos y manifiestan su superioridad con comportamientos de intimidación hacia sus congéneres o personas extranjeras. En esos casos, el adiestramiento debe estar apoyado en la firmeza y la severidad, para que el perro tenga claro quien tiene realmente el poder.
Comportamiento sometido:
En estos casos el perro se muestra muy temeroso, incluso panicado, cuando su dueño alza la voz o le da una orden fuerte. Son perros sensibles, que necesitan una educación paciente, dulce,... aunque no por ello falta de firmeza.
Comportamiento cooperativo:
Se trata de perros naturalmente curiosos y atentos, que aprecian la compañía del hombre. Este tipo de perros son los más fácil de educar y los que más rápido asimilan el adiestramiento.
Comportamiento distraído:
Estamos ante un perro que prefiere jugar con sus congéneres antes que obedecer a su dueño. Suele tratarse de canes que no han estado habituados al hombre desde su edad temprana. Por educar a este tipo de perros, éstos deben ser educados individualmente y no en grupo.
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